Héroes del Movimiento (II): Wanda Wasilewska

La Oficina de Agitprop presenta hoy con todo el orgullo que la ocasión merece a otra de las grandes figuras inspiradoras del presente Movimiento.

Wanda Wasilewska fue una escritora y política cuya importancia para el Movimiento estriba en que supo darse cuenta, pese a proceder ella misma de aquel engendro llamado Polonia, de que la desaparición del mismo era inevitable y necesaria para el futuro de la humanidad bajo un Nuevo Orden.
Así, comprendiendo la urgencia de procurar la desaparición de tan nefasto país, supo unirse a uno de los dos grandes poderes revolucionarios que en 1939 se habían propuesto tan noble meta. En efecto, tras la división de Polonia entre el Padrecito y el Führer, la Camarada Wanda se hizo inmediatamente con la ciudadanía soviética y se integró en varias de las asociaciones revolucionarias que unían a polacos y ucranianos conscientes de la necesidad de la autoinmolación. Fue periodista en el Czerwony Sztandar (Estandarte Rojo), magnífico órgano de expresión revolucionario patrocinado por la república de los soviets. El Padrecito sabría recompensar toda su actividad con un asiento en el Soviet Supremo. Cuando, desunidos los agentes revolucionarios por la instigación de los mezquinos y astutos plutócratas occidentales, el ejército nazi avanzó sobre la URSS, Wasilewska se mantuvo del lado del Ejército Rojo, comprendiendo que en un futuro sería el llamado a consumar la aniquilación de la monstruosa Polonia. Así, formaría parte de la Sociedad de Patriotas Polacos y del Comité Polaco de Liberación Nacional, gobiernos provisionales creados sucesivamente por Stalin para el control de la región y su incorporación a la Unión Soviética. Tal vez temiendo pese a su valerosa actuación que algún cerril polaco quisiera atentar contra su vida, decidió permanecer en Rusia tras la ocupación efectuada por el Ejército Rojo, donde siguió siendo miembro del Soviet Supremo durante varias décadas. Recibió por partida triple el Premio Stalin de literatura, muestra sin duda de sus dotes para la escritura y para la revolución, aunque posteriormente haya sido injustamente despreciada y olvidada.