Reaccionarios, fascistoides, “fumaos”... son varios de los adjetivos que rondan por los pasillos de NUESTRA facultad. Muchos piensan que este movimiento nació como una reacción a aquellos que visten una palestina sucia y una camiseta Che Guevara de Zara. Cierto es... Sin embargo no conocen el verdadero sentido de esta lucha que se remonta a tiempos de fenicios, griegos y sarasánidas.
Nos encontramos en los años del reino Poloñes, sobre el I milenio a.C. con el gobierno de Melo Heinventao I, rey despótico y fascistoide que gobernaba la ciudad en aquel momento. Melo I, quien gustaba de ir de parranda y llenar pithoi de garrafón, aprobó una nueva ley de la vaguedad (según escritores clásicos pudo ser la antigua LOGSE) en la que permitía a los alumnos de las antiguas academias ser partícipes de los arcaicos planes de estudios. Esta medida dio lugar a un grave cisma dentro de las escuelas de la antigua Polonia: los estudiantes se “despendolaban” (Herodoto nos cuenta que en ese momento se creo el perreo), adoraban al Dios Don Po (prohibido por aquel entonces) y tiraban jabones en las duchas... Este malestar se generalizó cuando un sector de estudiantes de estas escuelas reclamó la cabeza del rey Melo por haberles condenado a la vagancia. Melo, enfurecido como una loca y con poderes supraestatales, los expulsó de aquella región (no eran judíos).
En consecuencia, este movimiento expulsado, según teorías invasionistas y difusionistas desarrolladas por Kossina, emigró a la región de Crispationis, antigua España, donde se establecieron en el sur fundando Tartessos. Normalmente, la historiografía clásica griega atribuye a Tartessos como “la región más allá de la antigua Iberia” o “la antigua región ibérica”. Nada más lejos de la realidad. Las últimas investigaciones han revelado a través de un autor bizantino llamado Adolfo Benito (de un siglo de cuyo nombre no quiero acordarme) que, en realidad, Tartessos significa “No a Polonia” y que este nombre fue dado por los antiguos colonos poloñeses que se establecieron en esta región.
Por ello, a aquellos embriagados por la incultura y críticos del movimiento, debéis de saber que TODOS llevamos un tartesso revolucionario dentro de nosotros.
NO A POLONIA, FUERA VAGOS..
Para saber más sobre estas investigaciones:
Molina et ali (2008): “Sobre Tartessos y lo que me parece fascistoide”.
lunes, 12 de mayo de 2008
De cómo nació el movimiento...
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5 comentarios:
Esta entrada ha sido ligeramente editada por la Oficina de Agitprop para proteger la seguridad de los miembros del Movimiento.
Cuando el poder sea nuestro podrá ser revelada la verdad en toda su gloriosa dimensión. De momento, conviene un prudente silencio en determinados aspectos.
Ánimo camarada Tirito, los líderes de la Revolución valoran aun así tu valiosa aportación.
PITHOI POR PITHOS Xd
Disculpen las molestias :D
Error subsanado por la Oficina de Agitprop. Cada vez que leo tu entrada me emociono más, camarada.
arriba europaaaaaaaa!!!!!!!
Se os a olvidado nombrar a los alumnos o ex alumnos que no visten camisetas del Ché, que fuman porros a veces y a escondidas y que se creen los más inteligentes de la facultad.
Si.
Esos que les comen el culo a los profesores con la única intención de quedarse con un puesto como soplapollas en la facultad, para que así puedan sentirse superiores a los demás seres humanos, ya que el complejo que traían de sus distintos colegios al entrar en la facultad les impidió disfrutar de la vida como seres normales. Esos a los que ves tomando una cerveza por la Alameda, que se compran gafas de pasta para parecer progres y que después resultan ser los máximos fascistoides.
Esos que creen haber nacido con la ironia y el sarcasmo del mismisimo John Cleese, y que disfrutan riéndose de los porretas y los que compran camisetas del che en zara, mirándolos de reojo desde su superioridad, sin darse cuenta que para los demás tienen la misma importancia que una papelera.
Menos mal que este blog está dirigido por personas de bien y no por ese tipo de personas que he definido. Sería una lástima.
Un saludo.
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